Debemos innovar para atender a un número creciente de pacientes sin sobrecargar nuestros sistemas sociosanitarios. Necesitamos tratamientos más precisos y selectivos que garanticen una asistencia eficaz, segura, de calidad, escalable y accesible para todos.

La OMS refiere que, por primera vez en la historia, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Para 2050, se espera que la población mundial en esa franja de edad llegue a los 2000 millones. La atención a esas personas será en sus hogares principalmente, pero también en centros especializados del ámbito sociosanitario. Proyectos en el ámbito de la mejora del servicio, tanto en el hogar como en centros o residencias toman importancia creciente.

La tecnología está transformando el sector con la introducción de la teleasistencia, sensores, dispositivos wearables, aplicaciones de salud y dispositivos médicos avanzados que mejoran el acceso a los servicios de salud y la eficiencia en la atención, especialmente con la  digitalización. La IA y la analítica de datos en tiempo real pueden anticipar problemas, personalizar y mejorar la atención o mejorar la adherencia al tratamiento, pero también requieren comprometerse con la transparencia y el uso responsable de los datos.